El número de mujeres víctimas de violencia de género descendió un 30% en 2017 en comparación con el año anterior en el partido judicial benaventano. En cifras absolutas fueron 52 las mujeres que padecieron algún tipo de maltrato frente a las 74 que lo sufrieron un año antes, según dejan entrever con frialdad las cifras que acaba de hacer públicas el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La violencia de género en el partido judicial requiere aún de trabajo para ser erradicada, pero los datos de 2017 son positivos por partida triple, primero por el descenso experimentado en el número de casos en la comparativa interanual; en segundo lugar porque el partido judicial sigue la corriente contraria al territorio nacional donde los casos por violencia de género han aumentado de forma importante; y en tercer lugar porque el dato de 2017 es el segundo mejor registro desde el año 2010.

En la provincia de Zamora, de hecho, solo en Toro se registró un descenso de víctimas. Aumentaron por contra en el resto de partidos judiciales (Zamora, Villalpando y Puebla de Sanabria). En el computo total, el dato de Benavente permitió reducir en cuatro el número de víctimas registradas en toda la provincia: 305 frente a las 309 de 2016.

El número de denuncias presentadas por las víctimas se elevó a 57 frente a las 74 del año anterior. Según los datos del Observatorio de Violencia de Género, en el caso del partido judicial benaventano fueron 42 mujeres de nacionalidad española y 10 de nacionales extranjera, y en las 57 denuncias tramitadas fueron las propias víctimas las que las presentaron ante la Guardia Civil. Ninguna renunció a la denuncia posteriormente.

Cómo consecuencia del descenso en el número de víctimas, también disminuyeron los delitos asociados a la violencia de género. La caída en comparación con 2016 es del 22%. El año pasado se cometieron 51 delitos vinculados a la violencia de género frente a los 65 de un año antes, también la segunda cifra más baja desde 2010.

En el partido judicial se registraron 51 casos de lesiones y malos tratos contemplados en el artículo 153 del Código Penal, esto es, aquellos en los que las mujeres fueron agredidas por hombres con los que convivían o con quienes tenían vínculos de afectividad. No se produjeron casos con algunas de las agravantes contempladas en el artículo 173 (como por ejemplo que las lesiones o los malos tratos se produjesen en presencia de menores); o las tipificadas en el artículo 148, que contempla el ensañamiento o la alevosía.

En el partido judicial benaventano no se registró tampoco el año pasado ningún delito contra la libertad, la libertad sexual, la integridad moral, el honor, la intimidad y el derecho a la imagen de las mujeres, ni contra los derechos y deberes familiares, ni tampoco delitos relacionados con el quebrantamiento de penas o de medidas cautelares.

Pese al descenso de las víctimas, de las denuncias y de los delitos, el número de asuntos penales prácticamente se mantuvo igual que el año anterior: se ingresaron directamente 75 asuntos frente a los 76 de un año antes. A diferencia del resto de partidos judiciales no hubo casos reabiertos ni tampoco ingresados por otros órganos. De estos 75 asuntos penales se resolvieron 70 y 14 quedaron pendientes.

Los jueces dictaron el pasado año en relación con los casos citados un total de 47 órdenes de protección y medidas, como el alejamiento. Afectaron a 39 víctimas españolas y a 8 extranjeras, y los denunciados fueron 39 varones españoles y 8 extranjeros.

Por todos los casos registrados en 2017 hubo 13 varones enjuiciados y se dictaron cinco condenas (todos los hombres condenados fueron españoles), y ocho absoluciones.

De la estadística sobre los casos de violencia de género el apartado relativo a la relación entre el agresor y la víctima sitúa a los excónyuges o a las exparejas como los agresores mayoritarios. Eran cónyuges el 15%, excónyuges el 49%, la pareja con la que mantenía una relación afectiva, el 17%, y la expareja afectiva, el 19%.