La Concejalía de Hacienda prepara una nueva bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles. Así lo confirmó ayer la responsable de área, Patricia Martín, tras conocerse que la Gerencia Provincial del Catastro ha comunicado más de 12.000 alteraciones al alza con liquidaciones complementarias que inyectarán una abultada cantidad económica a las arcas municipales.

Martín, que ya había anticipado la posibilidad de aprobar un nuevo aumento de la bonificación de los recibos de IBI urbano y rústico, baraja ahora la posibilidad de reducir el coeficiente para que el inesperado ajuste económico derivado de la fiscalización del Catastro "se traslade a todos los ciudadanos en general".

Actualmente, los contribuyentes que tienen domiciliado el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles aceptando el fraccionamiento del pago en dos remesas anuales obtienen una bonificación del 3%. La edil se debate ahora entre aplicar la bonificación máxima que permite la Ley de Bases de Haciendas Locales o reducir el coeficiente que se aplica a los valores catastrales de cada finca urbana o rústica.

La bonificación máxima permitida es del 5%, con lo que la subida sería de dos puntos porcentuales, si bien este mecanismo solo beneficiaría a los contribuyentes con los recibos domiciliados.

El coeficiente municipal que aplica el Ayuntamiento benaventano a los valores catastrales es del 0,65%. La edil de Hacienda baraja una reducción de hasta el 0,58%, aunque de optar por esta bajada, más equitativa y por la que se inclina el equipo de Gobierno dado que afectaría a todos los contribuyentes, tributen de una forma u otra, el Servicio Municipal de Intervención tendría que hacer primero números y determinar cuál es el margen de minoración del tipo municipal que podría aplicarse realmente. La inyección de fondos por liquidaciones complementarias se prevé cuantiosa, pero a la vez la edil ha explicado que resulta difícil cuantificarla cuando solamente se ha avanzado el 1,5% aproximadamente de las 12.119 remitidas en tres cuadernos por la Gerencia del Catastro.