El Ayuntamiento de Benavente ha dado luz verde al derribo de la Casa Morán, un edificio que goza de protección estructural y que fue devastado por un incendio accidental el pasado mes de junio. La propiedad deberá mantener las fachadas, la estructura y los elementos ornamentales.

El área de Disciplina Urbanística ha elevado a definitiva la situación de ruina del edificio tras desestimar el recurso de reposición planteado por una parte mínoritaria de la propiedad, una empresa domiciliada en León que posee el 90% de una dieciochava parte del inmueble.

Del mismo modo, la ponencia técnica de la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural ha dado luz verde al cumplimiento de las prescripciones del catálogo de edificios protegidos incluido en el Plan General de Ordenación Urbana de Benavente, lo que supone la conservación de fachadas, estructura y elementos ornamentales.

La parte mayoritaria de la propiedad ya ha presentado por su parte el proyecto de demolición de acuerdo con las prescripciones establecidas por los técnicos de urbanismo, según informaron fuentes municipales.

El informe del arquitecto municipal tras visitar el edificio un día después del incendio indica que aparte de la acumulación de basura existente en el inmueble, que estaba deshabitado, el fuego acabó con parte de la estructura horizontal y mermó las condiciones de seguridad.

El técnico comprobó que la cubierta había desaparecido quedando únicamente algunos restos de su estructura calcinada aún en su situación original. El forjado de la planta noble también desapareció en algunos puntos pasto de las llamas, mientras que en otras zonas sufrió daños debido a la caída de la cubierta y al estado de conservación previo.

El estado de tabiquerías, acabados e instalaciones no pudo ser comprobado en buena parte del inmueble, si bien dado el estado general del edificio, en particular de la estructura horizontal, y el estado previo de abandono, aparentemente los mismos no resultan aprovechables. Por contra el cerramiento exterior y los elementos portantes verticales interiores no se vieron dañados de una manera tan grave como el resto de sistemas constructivos del edificio.

El estado de conservación de los elementos de carpintería es desigual, según el informe, y hay algunos en buen estado y otros irrecuperables. Por último, el patio que rodea al inmueble se encuentra completamente descuidado, lleno de basura y de maleza. Además, las construcciones auxiliares del patio están muy deterioradas y algunas colapsadas.

La propiedad deberá, según la orden de ejecución, sanear la parcela y el inmueble retirando vegetación, basura y escombros. Realizadas las tareas de limpieza deberá eliminar los restos de la edificación que no gocen de protección, manteniendo y protegiendo fachadas, estructura y elementos ornamentales. Los elementos que no puedan recuperarse (carpintería, balaustradas y cerrajerías) deberán ser rescatados para integrarlos en su momento en el nuevo edificio.