El colegio Los Salados de Benavente "ha castigado" sin transporte escolar a dos alumnos de 9 y 11 años durante cinco días después de pelearse en el autobús la pasada semana.

El incidente no hubiera trascendido y seguramente el "castigo" hubiera llegado a término de no ser porque la madre del alumno de 9 años, que ha denunciado un presunto caso de acoso escolar ante la Guardia Civil y ante la Oficina de Atención al Menor, del que hace responsable al otro alumno, se negó a aceptar la "propuesta de acuerdo reeducativo" planteada por la dirección del centro docente "porque no tengo otro medio de llevar a mi hijo al colegio ni de recogerlo".

El altercado ocurrió el primer día lectivo tras las vacaciones navideñas, cuando el autobús escolar iba a dejar a los alumnos en la Plaza de las Monjas como cualquier otro día de colegio. Durante el trayecto la monitora que les vigila vio que los dos chavales se pegaban e intentó separarlos. El conductor se vio obligado a parar el vehículo, según relató la madre del más pequeño a este periódico. Al parecer la puerta del autobús se abrió y el mayor de los dos chavales se escapó, siempre según su relato.

A primera hora del lunes, el director del centro y la jefa de estudios se reunieron con la madre del alumno de 9 años. Le informaron que los dos chavales tenían prohibido utilizar el transporte escolar durante cinco días. La madre mostró su disconformidad y se negó a aceptar la prohibición. Pidió, según su versión, una alternativa, "otro castigo que no fuera dejar a mi hijo sin transporte escolar".

Trabaja fuera de Benavente y no tiene carné de conducir ni vehículo, su pareja trabaja toda la noche, y su madre, la única familiar directa, padece una grave enfermedad. Con estos argumentos insistió al director y a la jefa de estudios que impusiesen otro castigo. "Me dijeron que no, que pidiera ayuda a familiares, a vecinos o algún amigo. Les dije que no tenía a nadie, ni tampoco podía permitirme pagar un taxi para que llevara y recogiera a mi hijo esos cinco días". Así las cosas la dirección le pidió que firmara un documento rechazando el acuerdo reeducativo en el que se detalla de forma manuscrita el contenido de la prohibición rechazada (imagen abajo a la izquierda).

Así lo hizo, pero durante la mañana presentó una denuncia ante la Guardia Civil por la prohibición de usar el transporte escolar y por un presunto caso de acoso escolar a su hijo del que estaría siendo víctima desde principios de curso por el otro chaval de 11 años y del que se enteró, según dijo, el día de las vacaciones navideñas por boca de una monitora del mismo autobùs escolar. También puso los hechos en conocimiento de la Oficina del Menor en Zamora, e igualmente contó lo ocurrido a la prensa.

Este periódico contactó el lunes con el CEIP Los Salados. La jefa de estudios remitió al periódico a la Inspección de Educación sin ofrecer ninguna versión siguiendo así las órdenes dadas con carácter general por la Dirección Provincial de Educación. La responsable de la Inspección en Zamora explicó someramente a La Opinión-El Correo de Zamora que en ningún caso cabía imponer un castigo de este tipo "sin instruir un procedimiento" y reclamó responsabilidad y cautela informativas ante este tipo de casos tras defender las medidas de convivencia escolar en base a la aplicación de los procedimientos educativos vigentes.

El lunes, el niño pudo regresar a casa en el autobús escolar (no lo hizo al parecer el otro chaval implicado en la pelea), pero ayer la tutora del alumno convocó a la madre. Le informó de que había sido nombrada instructora del caso, de que estaba castigado sin recreo durante cinco días, y de que aparte de un tercer castigo por determinar, le imponía como medida cautelar la prohibición de acudir a clase a primera y a última hora de la mañana. La dirección confirmó la decisión.

Esta medida cautelar, equivale "de facto" a impedir al alumno coger el autobús, que sale de la plaza de las Monjas a la antes de las nueve de la mañana (primera hora) y regresa al terminar la última hora lectiva en el CEIP Los Salados, sobre las 14.40 horas. Así lo interpretó su madre. Por este motivo, este periódico volvió ayer a contactar con la Inspección de Educación en Zamora, esta vez sin éxito.

En teoría, el alumno de 9 años comenzará hoy por la mañana a cumplir la medida cautelar, cuyo carácter es "excepcional", según señala el documento oficial. También hoy deberá llevar un documento de la Oficina del Menor a la dirección para su rúbrica. Según la madre denunciante, si la dirección se niega a firmar el documento, la Oficina asumirá la gestión del expediente y lo continuará tramitando.

El alumno estará privado en cualquier caso de acudir a clase a primera y a última hora durante los próximos cinco días y su madre tendrá que resolver su traslado al colegio y su recogida. Ante esta medida cautelar tampoco le han ofrecido otra alternativa, según explicó. "Tendré que llamar a un taxi o pedir algún favor" explicó, preocupada porque además los jueves y los viernes su hijo se queda a comer en el centro y con la aplicación de la medida cautelar podría verse privado también de este servicio.