El "versificador", que es como prefiere definirse en lugar de "poeta", Fermín Herrero, mantuvo ayer un encuentro con alumnos de enseñanzas medias en el instituto Los Sauces, dentro del programa "Rumor de poesía", con el que seis poetas de la comunidad se acercan a centros de Secundaria para realizar lecturas de sus obras junto con charlas de motivación lectora.

-¿Cómo valora esta iniciativa de la Junta de Castilla y León?

-Me parece fundamental que los alumnos estén en contacto con escritores vivos. Para mí fue importantísimo, a largo plazo, el hecho de estar en contacto directo con alguien que escribe. Es una ruptura de la manera de enseñar, lo que supone enfrentarte a alguien que has leído.

-¿Cree que muestran interés por la poesía estos alumnos?

-Ahora mismo hay un auge grande de la poesía a través de internet, sobre todo, que puede ser contraproducente. Lo que es bueno es que los chicos se enfrenten a poesía de verdad, distinta a la digital.

-¿Ese auge se aplica también a los poetas?

-Hay que distinguir al poeta del versificador. Yo soy versificador y ahora mismo hay una gran cantidad de versificadores y los poetas de verdad ni los conocemos. El hecho de que al instituto venga alguien que no sea de ese tipo parecido a lo que escriben los alumnos es importante para que vean algo distinto. Que vean algo exógeno a lo de internet está muy bien en principio, como terapia de choque, que siempre es mejor.

-¿Cómo definiría su poesía?

-La mayor parte de mi poesía es muy de pueblo, lo que me aleja totalmente de la poesía de la época, dominante. Nadie sabe lo que es la poesía y esa es la base de que no se haya exterminado, pero tiene relación con algo trascendente. Es fundamental que lo entiendan los alumnos, la poesía tiene que trascender lo cotidiano. Que el propio objeto de la poesía sea para ellos motivo de reflexión.

-El modo de entender la poesía, le ha llevado a conseguir premios.

-Está muy mal visto porque todo el mundo piensa que están amañados. Yo pienso que los premios ni es el reino de la pureza ni lo contrario.

-A la hora de enfrentarse a una nueva publicación, ¿le pesan los premios?

-Si yo no hubiera ganado un premio en mi vida, probablemente no hubiera publicado. Otra cosa es escribir, la poesía es una necesidad que no depende del mercado. Yo me he tenido que presentar a muchos premios por necesidad de publicar.

-¿Cree que se puede vivir de la poesía?

-En mi generación, desde luego que no. Bueno se podría vivir pero tenerlo como oficio es peligroso también.