La represión laboral tras julio de 1936 en Benavente afectó también a los funcionarios de otras administraciones y de forma más evidente a los concejales de la Corporación municipal.

Probablemente el más conocido sea José Almoína, trabajador de Correos y autor de varios libros sobre Benavente. Junto a él fueron destituidos el oculista Félix Valbuena, el médico del Hospital, Ramiro Cardeñosa, que sería restituido dos años más tarde, y el interino de la Diputación, Emiliano Cardeñosa. Según el investigador Cándido Ruiz, estos funcionarios "pagaron su importante participación en la política republicana con la incoación de expedientes en las jurisdicciones de responsabilidades civiles y políticas y con la expulsión del trabajo".

Toda la Corporación municipal fue destituida comenzando por el alcalde del PSOE Alfredo Rodríguez. En octubre de 1936 fueron asesinados los concejales de UGT-PSOE, Domingo Pedrero Rodríguez y Epifanio Rodríguez Rubio. También fue asesinada Visitación Prieto Pajares, mujer del concejal Olegario de Castro Rodríguez, y afiliada al Grupo Obrero Femenino de la Unión General de Trabajadores.

A diferencia de la purga laboral en el Ayuntamiento y en otras administraciones, la depuración fue menor entre los maestros. "No parece que en este sector, aunque falten datos, hubiera una depuración fuerte como vimos con los empleados municipales, lo que sería indicativo de que compartirían, en general, los nuevos valores de los sublevados, que por otra parte eran los valores tradicionales de siempre", explica el investigador.