"Las goteras provocaban daños en el interior del edificio". De este modo justifica el alcalde de San Román del Valle la intervención de obra en el edificio social y cultural de esta localidad. Bernardo Martínez argumentaba ayer la necesaria actuación de obra de renovación del tejado del inmueble "al que no se le había tocado desde su construcción, sólo su repaso".

Gracias a la financiación de los Planes Provinciales de la Diputación, San Román del Valle ha venido renovando la cubierta del antiguo edificio que fuera construido en el primer cuarto del siglo pasado, en una actuación de obra ejecutada ahora por una empresa constructora de la localidad vecina, de Villabrázaro, Hermanos Porras. La intervención de los trabajos por importe de 33.000 euros, de los que 30.000 euros corresponden a los anteriores Planes de la Diputación y el resto a cargo de la asociación cultural Virgen del Valle.

La ejecución de obra que ahora se completa afecta a la renovación de la cubierta en este inmueble sobre un solar de 215 metros cuadrados en dos plantas y que actualmente alberga el consultorio médico, el centro social de la asociación Virgen del Valle y otro local social en la planta baja, aparte de las dependencias construidas anteriormente con la financiación de las administraciones públicas. En la planta superior queda, aún sin acondicionar, otro espacio cuyo uso no se ha definido, asegura el alcalde. Las actuaciones han incluido también el ornato de la fachada. Unos trabajos que están viendo ahora su finalización.

El edificio social y cultural de San Román del Valle pasa así a ser sede de las actividades que se programan en esta localidad con una población habitual de medio centenar de habitantes. Atrás queda el uso del inmueble como escuelas unitarias de niños y de niñas cuya actividad académica se ejerció hasta hace tres décadas coincidiendo con la construcción de las escuelas.

San Román del Valle, por otra parte, se prepara ya para festejar a su patrón el próximo sábado 18 de noviembre con un reducido programa que incluye la misa y una comida de convivencia, ya que el abanico de actividades lúdicas se deja para la fiesta del convento, la del segundo domingo de mayo.