El Ayuntamiento de Benavente ha iniciado el procedimiento de declaración de ruina del número 1 de la calle Cortes Leonesas, en la confluencia con la plaza Mayor, tres años después de que la Junta de Gobierno Local concediera licencia de derribo y la propiedad no haya ejecutado las obras.

El estado del edificio, agravado en este tiempo, y su peculiar situación de "multipropiedad" -en el inmueble hay 33 propietarios- se ha convertido en un quebradero de cabeza municipal y ha terminado llevando al actual equipo de Gobierno a tomar las riendas para intentar resolver la situación.

Aunque la construcción presenta numerosos problemas, su estado no es de ruina económica e inminente, por lo que el Ayuntamiento ha abierto un plazo de información pública de dos meses que comenzó a contar ayer con la publicación del anuncio del procedimiento en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL).

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Benavente ´ concedió licencia de obras para el proyecto de derribo del edificio en mayo de 2014. Se trata de un edificio con protección ambiental por lo que el Servicio Territorial de Cultura tuvo que intervenir y dictaminó entonces que la fachada deberá conservarse íntegramente. Se trata de un edificio de estilo modernista y tipología popular construido entre los años 1910 y 1920. Está edificado entre medianerías formando manzana y tiene tres plantas de altura. La cubierta es inclinada a dos aguas de teja cerámica curva y posee un alero sobre una cornisa moldurada.

El catálogo de edificios protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Benavente describe la fachada de la siguiente forma: "disposición simétrica de huecos formando ventanas y balcones. Originalmente disponía de miradores de madera". El material utilizado en la construcción es el ladrillo cara vista.

El estado de conservación del edificio ya era "malo" cuando se redactó el catálogo de inmuebles protegidos incorporado al Plan General. En ese momento, según figura en la ficha, estaba ocupado con uso residencial.

La obligación de mantener la fachada ya hizo valorar hace tres años su sujeción mediante ventosas u otras soluciones constructivas similares y llevar a cabo la demolición sacando los escombros por la calle Herreros.