El obispo de Astorga y los tres vicarios de la diócesis presentaron ayer, poco antes de asistir en Santibáñez de Vidriales a los funerales del sacerdote Francisco Centeno, el Plan Diocesano de Pastoral para los próximos cuatro años. Un Programa con el que se pretende dar respuesta a los "desafíos" que plantea la iglesia actual. La despoblación de las áreas rurales es el mayor reto al que se enfrenta la curia diocesana. Un territorio repartido entre tres provincias, León, Orense y Zamora con 10 arciprestazgos y 1.000 parroquias. Un total de 28 de ellas no tiene habitante alguno y en 200 de ellas que se hallan dispersas viven 7.000 personas. Precisamente el mantenimiento de parroquias, iglesias y ermitas supone "un esfuerzo" debido a la creciente merma del número de curas. El reto demográfico es uno de los objetivos que aborda el Plan Diocesano de Pastoral en el que se han visto implicados diversos actores preocupados. El Plan se traslada a cada uno de los arciprestazgos para su concreción.