Los gamberros tampoco respetan la zona de la Pradera. En esta ocasión, en la mañana del domingo los visitantes de la zona de las barbacoas han podido comprobar cómo una de los bancos del área de descanso se había arrancado de cuajo para ubicarlo en un lugar, supuestamente más cómodo para los comensales. También algunos se llevaron bancos de otros lugares a la zona.