"Responsabilidad y extremar las precauciones" ante el riesgo de incendios forestales, recomendaba en la mañana de ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su visita a Bretocino a comprobar los trabajos que realizan en la zona las brigadas forestales. "Cualquiera que tenga algún tipo de indicio de quien ha provocado un incendio que lo ponga en contacto de las autoridades", refería el responsable de Medio Ambiente de la Junta.

Suárez-Quiñones se refería así a los recientes incendios originados el pasado lunes en Burganes de Valverde y en el de Vega de Tera y que en ambos casos la Junta determina como causa más probable haber sido intencionados. En el primero, las llamas han afectado a 184 hectáreas de arbolado de encinares y jarales, otras 58 hectáreas de pasto y otras 55 hectáreas de terreno agrícola y rastrojos. En total, la superficie quemada entre Burganes y Friera ha afectado a 297 hectáreas. Una superficie menor, aunque también de gran valor ecológico y medioambiental, fue la afectada por las llamas en el incendio de Vega de Tera. El responsable de la consejería adujo en este caso "alrededor de 200 hectáreas con arbusto, arbolado, pasto y matorral", aunque en el parte de incendios de la Junta se detallaba ayer una superficie de 31,70 hectáreas de encinares y jaras y otras 15,80 hectáreas de pastos.

El responsable de Fomento y Medio Ambiente giró ayer su visita a Bretocino junto a la presidenta de la Diputación Mayte Martín Pozo y el delegado territorial Alberto Castro. En la ribera del Esla, en el prado de Bretocino y las inmediaciones del antiguo molino, a poca distancia aguas abajo de donde convergen tres ríos, el Tera, el Órbigo y el Esla, ya estaban esperando miembros de la corporación municipal con el alcalde Ambrosio Fidalgo y un grupo de vecinos.

La visita venía a respaldar el trabajo que realizan las brigadas forestales de la Junta y la Diputación.

En la provincia son 8 las cuadrillas que intervienen realizando labores de reforestación con un total de 45 personas y ello durante un periodo de seis meses que concluye a finales de año. Cinco cuadrillas de 5 personas, dos de 7 personas y una de 6 personas. Todas ellas repartidas por el territorio provincial, dos en la zona de Benavente y Villanueva de Azoague (donde está la sede), dos en Aliste y una en Sayago. En colaboración con los Ayuntamientos, Junta y Diputación vienen interviniendo en los lugares solicitados por los Consistorios en base a una determinación técnica.

En el caso de la ribera de Bretocino se actua en la retirada de vegetación de esta zona "privilegiada", como elogió en varias ocasiones el consejero. Un área aguas abajo del puente y en el margen derecho de la ribera a la que hasta hace unos años acudía un buen número de visitantes tanto a bañarse como practicar la pesca o disfrutar del enclave. Precisamente el alcalde, Ambrosio Fidalgo, tras agradecer la presencia de las autoridades en su discurso de bienvenida no dejó pasar por alto su petición de poder contar con una playa fluvial y acondicionar el camino de acceso.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente recogía el guante abriéndolo también a la presidenta de la Diputación y delegado territorial con la indicación de "poder atender unas peticiones razonables y muy lógicas".