La Junta dio como controlado, en la mañana de ayer, el incendio ocurrido en la tarde de este lunes en el término de Vega de Tera, sin embargo todavía quedaban pequeños focos activos que obligaron a permanecer en la zona, durante la noche anterior, a los efectivos de extinción.

Las labores de perimetración se simultaneaban con los trabajos de practicar cortafuegos como en el caso del margen paralelo a la carretera de la presa del Agavanzal. Precisamente en esta zona de confluencia con la carretera N-525 se originaba el incendio minutos antes de las 17 horas de este lunes. La alerta provocó la intervención de un amplio dispositivo terrestre y aéreo con el fin de extinguir las llamas que ya afectaban a una buena parte del monte de encinas y pastos desde el punto de origen en dirección a la localidad de Vega de Tera. La Junta de Castilla y León activó el protocolo CECOPI (Centro de Coordinación Operativo Integrado) activando el nivel 2 aunque más tarde, a las 21,30 horas se bajó al nivel 1 llegándose a confirmar como controlado poco antes de la medianoche.

Todo apunta a un foco provocado en las inmediaciones de la N-525 junto a la carretera construida por Iberdrola que da a la presa del Agavanzal. No obstante, la Junta aún no ha determinado la causa de este incendio. La virulencia de las llamas se extendía con celeridad avanzando tanto en el margen de la carretera en dirección a Vega como el ascenso del monte en el que abundan las encinas. Incluso el ligero viento hizo que algunas ascuas de árboles en llamas llegasen al otro margen de la carretera nacional extendiéndose en una lengua de matorral por la cuneta de la vía, dejando atrás las recientes plantaciones de choperas hasta llegar cerca del pueblo de Vega.

La carretera fue cortada ante la densa humareda y peligrosidad para la circulación. En paralelo, el área más afectada era la del monte, al sur del trazado viario. Las llamas se propagaron también hasta llegar a una zona de choperas a unos 300 metros de las primeras casas. Circunstancia que hizo barajar a las autoridades la posible evacuación de los vecinos.

La celeridad de los Servicios de Extinción tanto del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente como de la Junta de Castilla y León cuyo máximo responsable en la provincia se mantuvo en contacto permanente con la alcaldesa, y del parque de bomberos de la Diputación, hizo que el incendio no se propagase aún más. Antes de la media noche se daba como controlado el incendio aunque con pequeños focos activos que obligaron a permanecer en la zona a los efectivos de Extinción.

En esa misma tarde del lunes, la comarca conocía otro incendio en el monte entre Burganes y Friera de Valverde afectando a casi 230 hectáreas de encinares y matorral y en el que para su extinción intervinieron 1 técnico, 5 agentes medio ambientales, 1 Elif, 2 bulldozer, 5 autobombas y 3 cuadrillas de tierra. Tanto en uno como en otro incendio, la Junta aún no había determinado las causas, a la hora de esta redacción.