El puente actual será derribado una vez concluyan las obras del nuevo viaducto, ya que así lo contempla el proyecto de obra. Se finiquita así una construcción que se remonta a la época de la II República, hace 85 años. Fue entonces cuando se decidió construir el puente para permitir el paso de carretas y carros que venían vadeando el río ya que los pontones de madera, aguas arriba y abajo, no permitían el paso más que para el ganado y los vecinos. A la par que "el nuevo puente", como desde entonces se denominó entre el vecindario de Uña al viaducto construido, se procuró acondicionar la actual carretera aprovechando un camino ya existente que comunicaba la zona de "la Despedrada", un monte de utilidad pública en San Pedro de Ceque, con la vecina población de Brime de Sog para acudir a la ya pujante villa comercial de Santibáñez de Vidriales.