Las explosiones controladas del experimento sísmico CIMDEF que se llevarán a cabo los días 13 y 14 en puntos no revelados por razones de seguridad de los términos municipales de Toro y Benavente equivaldrán a un terremoto de magnitud 3 en las escala de Richter.

Los explosivos, una tonelada en cada caso, se colocarán en sendos sondeos con entre 80 y 100 metros de profundidad y serán detonados de forma absolutamente controlada y vigilada, por lo que es previsible que en las dos zonas se deje sentir el temblor.

"No será como el terremoto de Lisboa de 1755 (de aproximadamente magnitud 9, según los geólogos", bromea Francisco González Lodeiro, director del Instituto Geológico y miembro del equipo, que estará presente en un acto con la prensa que tendrá lugar en el punto elegido en Toro junto a Ramón Carbonell, responsable del proyecto, y miembros del rectorado y del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca (USAL).

La de Benavente será la última detonación controlada de las cinco previstas que se realicen en este proyecto. La primera de ellas se llevará a cabo hoy en Mancera de Arriba (entre Ávila y Salamanca y proseguirán mañana y el lunes en Anchuras (Ciudad Real) y en Pico de Ávila.

El perfil sísmico del que se obtendrá información abarca 300 kilómetros y será una prolongación de los perfiles ALCUDIA e IBERSEIS adquiridos previamente, por lo que su agregación dará como resultado un perfil de casi 900 kilómetros (desde el Golfo de Cádiz a la cuenca del Duero) y permitirá confeccionar un modelo geofísico de la Península Ibérica.

Las imágenes tridimensionales que se obtengan permitirán prácticamente completar la información geológica disponible desde el sur hasta la cordillera cantábrica, según resalta Francisco González Lodeiro. "La península ibérica está sufriendo una comprensión norte-sur. África se aproxima a la península y también Francia. Esta situación de compresión se explica en la elevación de la submeseta norte (dónde se encuentra Benavente), entre 300 y 400 metros de media de mayor altitud que la submeseta sur", precisa. Se trata de movimientos naturales, pero el experimento busca conseguir información de todo tipo, que se añadirá a otra derivada de otros proyectos, como Topoibérica, indica González.

El proyecto CIMDEF tiene como objetivo la creación de un modelo litosférico integrado multidisciplinar del Sistema Central de la Península Ibérica atravesando la cadena montañosa hasta la Cuenca del Duero.

Una de las características topográficas más relevantes de la Península Ibérica es la elevación relativamente alta de su interior y, en particular, del Sistema Central. La meseta central (meseta) se caracteriza por una altura promedio de 600-700 metros y, está aumentando activamente su elevación, siendo uno de los más altos de todo el continente europeo.

Con la obtención del modelo geológico y geofísico propuesto el objetivo es ofrecer nuevas restricciones únicas y contribuir a la comprensión de la topografía y las causas de sus cambios, ya que estos reflejan una combinación de procesos profundos y superficiales y sus interacciones con la corteza.