La Confederación Hidrográfica (CHD) prohíbe el uso del agua del río Eria para riego cuando el caudal del cauce no llegue a100 litros por segundo.

La merma de caudal provoca las restricciones en esta cuenca como en el Porma, Esla, Carrión, Pisuerga o Duero con valores mínimos en cada una.

Las previsiones en el estiaje de la reducción del caudal circulante del Eria hace que las derivaciones de agua se vean afectadas en el caso de tomas directas (pozas o azudes de retención) donde no circule el agua.

El organismo aduce que aunque se supere dicho caudal de 100 litros por segundo en el Eria, las tomas directas no podrán superar el 50% del caudal circulante en el punto de toma.