Hoy es una jornada de actos tradicionales en Benavente. El reparto del pan de la Veguilla, la procesión con la imagen de la patrona portada a hombros por los representantes de las peñas oficiales por el centro de la ciudad y la petición del toro al alcalde en la Plaza Mayor.

Las dependencias de la Policía Local de Benavente acogerán desde las nueve y media el reparto del pan, en lo que se ha convertido un símbolo de estas fiestas que ya nada tiene que ver con lo propició su inicio, repartir este pan entre los necesitados de la villa en un acto de beneficencia. Tampoco participan en su fabricación todos, o casi todos, los panaderos de la ciudad, como ocurría antiguamente.

En esta ocasión ha sido Roberto Pérez, de Panadería Pitxy, el encargado de elaborar los 1.500 panes que se repartirán esta mañana. Se mantiene el tipo de pan que se dispensa, redondo, bregado y de un peso aproximado de 250 gramos y se puede ver en él el escudo con la Veguilla.

No es la primera vez que este benaventano elabora los panes de la Veguilla puesto que durante siete años también lo hizo con el panadero Vicente Hernando, quien se encargó exclusivamente de ello desde el año 2000 y hasta el cierre de su negocio.

Es habitual ver a gente mayor a por este pan, porque es el de la patrona, según explican. Lo cierto es que se preparan largas colas para hacerse con uno de estos panes que solo consiguen los más madrugadores.

La siguiente cita, tras el reparto del pan, es la procesión de la patrona por las calles céntricas. Ocho representantes adultos de cada peña acompañan a la imagen desde Santa María a la Plaza Mayor y de allí de vuelta al emblemático templo. También van dos niños portando ramos de flores para ofrendarlos a la Virgen una vez en la iglesia. Las peñas se van turnando por tramos para que todas puedan portar la imagen. Llevan también un abanderado. No falta tampoco la música de la banda Maestro Lupi. Tras la misa, a la que acuden autoridades y representantes de la juventud y la infancia, comienza un recorrido por la calle La Rúa hasta la Plaza Mayor, ya sin la imagen, para subir a los balcones del Ayuntamiento para la petición del toro. De las peñas solo sube el abanderado.