El Ayuntamiento de Benavente inició el viernes y completó este lunes los trabajos de desmantelamiento de las "camas" (grandes bancos de madera) de la zona verde trasera del Parador Nacional de Turismo "Fernando II".

La medida busca dar respuesta a las quejas que desde hace años viene transmitiendo el establecimiento hostelero a la Policía Local y a la Administración local benaventana por la concentración de jóvenes los fines de semana para celebrar botellones. Los clientes no podían descansar y bien por escrito, bien verbalmente hacían patente sus quejas al abandonar el "Fernando II".

Esta rémora que arrastraba el Parador se ha dejado sentir también en las valoraciones de los clientes a través de Internet. El todo bien, a excepción del ruido durante los fines de semana, ha sido una crítica constante y un quebradero de cabeza para el Parador, según indicaron ayer fuentes municipales.

El viernes la Alcaldía dio orden de desmantelar los grandes bancos, que serán reubicados en otros espacios, entre ellos el Prado de las Pavas. El lugar era un punto de encuentro para el botellón que, según el Ayuntamiento, se había agravado en los últimos tiempos con la entrada de vehículos al espacio, incluso con la detección de indicios de que la zona se había convertido en un punto de menudeo de estupefacientes.

En 2016 las quejas por escrito de los clientes del "Fernando II" alcanzaron una treintena y las verbales fueron numerosas. Los efectos del botellón son conocidos desde antes de 2012, tal y como recogió entonces este periódico.

Al desmantelamiento de las bancadas de madera se sumarán ahora otras acciones para blindar esta zona verde con protección de madera con el propósito de hacer inaccesible la entrada y estacionamiento de vehículos.