M. A. Casquero

La obra sobre los irlandeses que conquistaron Oceanía, de la autora Sarah Lark, "Mares de Libertad", es uno de los libros más apetecidos por los lectores que utilizan el servicio de bibliobús en Villaferrueña. En esta localidad y en el resto de la amplia ruta que recorre este foco de lecturas sobre ruedas.

Tanto las narrativas de las sagas familiares como las novelas románticas constituyen el mayor número de peticiones que el bibliotecario, a la vez conductor, José Emilio Alonso, anota en su registro. En el que diariamente recorre 140 pueblos de los valles de Benavente, de la zona de Tábara, de parte de la Carballeda y también de algunas localidades terracampinas.

Porque son tres los autobuses que se han convertido en focos de lectura sobre ruedas; los bibliobuses de la Consejería de Cultura, del Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas y la Diputación recorren el vasto itinerario de carreteras de la provincia zamorana aportando hasta las plazas de los pueblos un buen número de libros de variada temática para que los vecinos lleven a sus casas las lecturas preferidas. Este servicio de préstamo de libros rodante funciona desde hace años recibiendo el elogio unánime vecinal. "Nos viene muy bien que nos traigan los libros hasta aquí", resume una de estas vecinas de Villaferrueña.

Hasta la plaza de cada uno de los pueblos recala el bibliobús repleto de libros en sus tripas, con una ordenada distribución de la que se encarga el propio bibliotecario que lo hace también poniendo sus manos tanto sobre los libros como al volante. "¡Cómo me ha gustado!, es que no paras de leerlo", se refiere una de las lectoras al entregar el libro de la emocionante saga familiar escrita por Sarah Lark. Sus convecinas asienten recordando sus elecciones preferidas buscando el asesoramiento del bibliotecario.

Esta es una de las funciones de este profesional, el atender a los lectores a la par de realizar el propio préstamo de libros. Una tarea en la que la complicidad entre lector y bibliotecario se hace agradecida desde el primer momento del saludo, desde la entrada en este templo cuyas paredes son los libros y sus columnas las estanterías que los sujetan.

Desde Villaferrueña a otro pueblo con una frecuencia mensual y donde existe colegio la parada es doblemente obligatoria.

Así un día tras otro, los libros ruedan y ruedan por las carreteras con una serie de rutas marcadas que en total hacen cuarenta y dos.

El servicio de préstamo de libros se complementa a la par con la información bibliográfica, las actividades de animación a la lectura y talleres en los colegios por los que pasa un bibliobús.