El Ayuntamiento de Santibáñez de Vidriales mantiene a duras penas la cita semanal del mercadillo en el entorno del Arco del Ferial. Desde el Consistorio se descarta la regularización fiscal con el cobro de tasas a los puestos ambulantes y ello con el fin de animar a los vendedores a la reunión habitual de la semana. No obstante, se emplaza a la recogida de residuos tras el desmantelamiento de los puestos con productos y artículos a la venta.

Santibáñez de Vidriales suele reunir una media docena de puestos, en varias ocasiones alguno más, aunque en la cita de ayer la presencia se veía mermada y ello con el beneficio de la bonanza de la climatología. No ocurría así en la cita del pasado miércoles en cuya jornada matinal el mercado lograba reunir a una decena de puestos, aunque las ventas se resienten. Esta es la tónica general aducida por los vendedores, "se acerca la gente a los puestos, pero no hay muchas ventas".

Un recorrido por el mercadillo permite adquirir productos de la huerta, embutidos, quesos, pollos asados, así una amplia relación de productos alimenticios, al igual que artículos de los más diversos, desde ropa y calzado, hasta menaje y utensilios del hogar.

La elevada merma de población en los núcleos rurales se traduce en la también reducida presencia de clientes. Muchos de ellos añoran los tiempos en que la gran actividad comercial de la villa provocó que la empresa bañezana "Martínez" estableciese una línea de autobús desde La Bañeza a Santibáñez para acudir expresamente a los mercados de los miércoles. Y eso que ya entonces, Santibáñez tenía coche diario a La Bañeza y a Zamora, aunque en este último caso a excepción de los lunes y los jueves, porque acudía a los mercados de El Puente de Sanabria y a Benavente.