Las peticiones de derogación de la ley educativa de la LOMCE y la reversión de los recortes han sido los dos pilares fundamentales en los que se ha basado la concentración convocada ayer en Benavente a las puertas de los institutos públicos de la ciudad para hacer ver el descontento de la comunidad educativa y apoyar la huelga general convocada para la jornada de ayer. Según los datos recabados en distintos centros, ha habido una ausencia de más del 50 por ciento del alumnado en las aulas de Secundaria de los centros públicos pero ese malestar no se ha dejado ver en la concentración convocada en la ciudad de la mano de la Asociación Progresista de Estudiantes Renovadores (ASPER) y Juventudes Socialistas y Partido Socialista. La concentración, en los momentos más álgidos de la mañana, no ha llegado a sumar más de medio centenar de personas y a lo largo de la mañana la cifra disminuyó a una veintena.

Estuvieron algunos representantes públicos del Partido Socialista, pero ninguno de los sindicatos de UGT o Comisiones Obreras que también secundaban la huelga a nivel nacional. De los profesores, nada de nada. Alguno se asomó tímidamente por la concentración pero sin llegar a apoyar la iniciativa de los jóvenes. "La realidad ha de cambiar drásticamente de forma urgente y mientras que no ocurra que no nos intenten callar con el discurso falso de que buscan un pacto en la educación y que conviene no hacer nada para que se pueda conseguir. Este mensaje sólo busca que no hagamos nada para que la LOMCE siga su camino", señalaron en un comunicado. "Ahora más que nunca hay que demostrar que nos negamos a no tener futuro", añadieron.