La bolsa de inmuebles de todo tipo y de propiedades rústicas que no están tributando el Impuesto de Bienes Inmuebles suma ya 250 casos contrastados en apenas un mes de investigación.

Lo que comenzó como una campaña de regularización para sacar a la luz alteraciones catastrales no comunicadas al Catastro está llevando a la Concejalía de Hacienda y a la Tesorería Municipal a comprobar que la "picaresca" en este asunto es mayor de la que sospechaba.

Aunque a mediados de 2015 la Dirección General del Catastro advirtió a quienes hubieran adquirido una propiedad que tenían la obligación de comunicar la alteración (el Registro de la Propiedad y el Catastro, no comparten información, según el Ayuntamiento), muchos propietarios han eludido en los últimos años esta "obligación".

El Ayuntamiento está sacando a flote por remesas de 90 propiedades las alteraciones catastrales (cambios de propiedad) no notificadas y que han evitado tributar el IBI y teme haber descubierto la punta de un iceberg de gran envergadura, según han explicado fuentes municipales.

Un cambio de propiedad inscrita en el Registro pero no comunicada al Catastro, pese a la obligación del nuevo propietario, evita a los nuevos titulares pagar el IBI. La investigación que se está llevando a cabo busca aflorar la defraudación fiscal deliberada a las arcas municipales. En los casos que ya se han descubierto, se está aplicando la reclamación con intereses de demora hasta cinco años atrás. El menoscabo a las arcas municipales "es difícil de calcular", han explicado las mismas fuentes municipales, aunque la cifra final podría ser "importante".

El Ayuntamiento, que está comunicando las alteraciones al Catastro, está pendiente de rubricar un acuerdo con la Dirección General para hacer efectiva de forma inmediata la alteración descubierta.