El Ayuntamiento de Benavente no ha tenido más remedio que comunicar al Juzgado el inicio del expediente de declaración de ruina y ya ha requerido a la propiedad para que facilite el acceso al edificio de los Servicios Técnicos Municipales para que puedan emitir su informe, un acceso que no han logrado durante años. La jurisprudencia señala que el deber de conservación de los propietarios tiene su límite en la declaración de ruina, y la situación de deterioro progresivo y continuado del edificio, donde nunca se ha actuado, ha llevado al Ayuntamiento a dejar sin efecto su orden de ejecución de conservación, aunque en el marco de la declaración de ruina podrá garantizar el nivel de conservación derivado de la protección que establece el Plan General de Ordenación Urbana. Los tres propietarios, incluido el exconcejal de Urbanismo, Camilo Hernando, han logrado sortear durante 14 años las sucesivas órdenes de ejecución municipal. Los técnicos han dejado constancia, negro sobre blanco, y en sucesivos informes, tanto de la falta de colaboración de los propietarios, como de las dilaciones y los incumplimientos acumulados. Incluso llegaron a advertir al exconcejal, que les acusó de arbitrariedad, de las consecuencias que podría tener lo parecía un intento de coaccionar a los funcionarios. Finalmente el edificio se encuentra en estado ruinoso inminente.