La Concejalía de Ferias está estudiando asignar un agente de policía de segunda actividad a la vigilancia del mercadillo de la ropa durante la mañana de los jueves. El cometido del agente sería, entre otros, comprobar que los puestos que se instalan están debidamente autorizados, se hallan al corriente de sus obligaciones con el Ayuntamiento, y no ocupan más espacio del permitido.

La decisión se está barajando después de que la Policía Local detectase durante una inspección puntual realizada a mediados de noviembre, que aproximadamente una decena de vendedores habían ocupado más espacio del que les correspondía y fuera de los límites establecidos al efecto. Los agentes formularon denuncia contra los presuntos infractores.

Los instructores municipales de los expedientes sancionadores incoados a partir de estas denuncia consideran la falta grave y han propuesto sanciones de entre 301 y 750 euros para cada uno de los vendedores denunciados, o la prohibición de la actividad durante un máximo de ocho días de venta.

El reconocimiento de los hechos y la renuncia a presentar alegaciones comportaría una reducción del 50% de la multa que finalmente se imponga.