M. A. Casquero

Nuevamente los grandes baches en el acceso de la autovía Rías Bajas, en el punto kilométrico de la A-52, en el área de servicio de Quintanilla de Urz, vuelven a ser objeto de un buen número de conversaciones entre los conductores y usuarios de esta calzada reclamando su reparación.

Los socavones que presenta la carretera de salida de la A-52 o de incorporación a la vía nacional desde la carretera de Vidriales vienen suscitando las reclamaciones de los usuarios debido a la peligrosidad que entrañan para la seguridad vial.

El propio Ayuntamiento de Quintanilla de Urz ya ha comunicado las anomalías en la calzada a responsables de la Diputación Provincial, según informó el alcalde de Quintanilla de Urz, Andrés Fernández.

La situación de deterioro ha llegado a tal extremo que no pocos vehículos, incluso a muy reducida velocidad, golpean los bajos contra el pavimento.

"Creía que no estaba tan profundo", ha señalado uno de estos conductores que se atrevió a sobrepasar el socavón invadido por el agua. Más aún el vial de salida de la autovía, dejando ya atrás gasolineras y restaurantes, evidencia un corte en la extensión del pavimento, ocasionado por un escalón entre el pavimento de hormigón y el de tierra con provisión de aglomerado en dirección a Quintanilla.

El Área de Obras de la institución provincial reparaba hace ahora tres años, el 3 de marzo de 2014, la misma zona con la provisión de aglomerado en caliente y ello tras las sucesivas reclamaciones de conductores e intervenir con los trabajos a pesar de las críticas de uno de los hosteleros aduciendo haber acometido por su cuenta la pavimentación en esa zona que es de dominio público.

En este caso el vial es de titularidad municipal que en su día cedía el Ayuntamiento, al igual que al otro extremo hacía lo propio el de Quiruelas de Vidriales, al Ministerio de Fomento pero éste a través de la Demarcación de Carreteras rechazó la propuesta atendiendo a su conservación y mantenimiento, aseguraron entonces fuentes de los dos Ayuntamientos.

La reparación de hace tres años vino a suceder a una más anterior y coincidiendo con otra instalación de un establecimiento hostelero inmediato y que ahora se encuentra cerrado.

En cambio, los empresarios que ya tenían negocios instalados en la zona en el año 2011 reclamaron en la primavera de ese año la reparación de los baches existentes en la calzada frente a sus establecimientos y Fomento sustituyó posteriormente el pavimento de aglomerado por el de hormigón. Pero aquellos eran otros baches, aunque a escasos cuatro metros. Circunstancia incomprendida por los conductores conocedores de la situación sobre a quien corresponde intervenir en los baches o socavones actuales. Y son precisamente los conductores los que sufren estas anomalías.

En todo caso, el socavón de la polémica se mantiene como si fuera una estructura de quita y pon con el riesgo que ello entraña a la circulación rodada por este vial de salida y acceso a la A-52 en el término de Quintanilla de Urz.

Los viales, según remarcan algunos conductores, no entienden de propietarios, sólo quieren servir para que la circulación discurra por ellos sin incidentes. "Necesitamos carreteras modernas y para eso hay que cuidarlas".