Si hay algo que no se cansa de repetir Anabel Cornago es de la importancia del trabajo en equipo. Aunque reconoce algunas carencias existentes en la intervención de las personas con autismo considera que "la estimulación hay que hacerla en equipo y con coherencia y en ello estamos implicados tanto los profesionales como las personas docentes y terapeutas, así como psicólogo y pediatra y las familias", explicó.

La terapeuta asegura que hay que poner objetivos pequeños y trabajar con coherencia y no hay quien les ponga límites. "Erik tiene doce años, es un niño más de segundo de Secundaria, tiene sus amigos y su vida social. Tiene autismo y significa que aparecen dificultades. Digamos que ha desarrollado sus propias herramientas para poder gestionar las dificultades que implica el autismo. No voy a ser yo quien ponga metas a una persona con autismo, teniendo en cuenta que cada persona es diferente y cada uno llegará donde llegue pero el caso es tirar hacia delante.