Benavente es una ciudad para perderse por sus calles y plazas y descubrir lo que se ha conservado de su patrimonio cultural y artístico. Edificios civiles y religiosos que se pueden ir descubriendo a través de un paseo por sus calles céntricas. Un grupo de turistas del País Vasco y de Madrid, y también varios lugareños, decidieron ayer participar en la última visita guiada por la ciudad de las que organiza el Patronato de Turismo a lo largo del año, realizada por una guía oficial, con el fin de añadir un atractivo más a la hora de elegir la provincia de Zamora y Benavente en particular como destino turístico. Es, además, una actividad que se ofrece al visitante para animar a alargar la estancia y a conocer lugares emblemáticos, que de otra manera podrían pasar desapercibidos.

Se trata del programa "Déjate llevar por Benavente" que ha contado en esta edición con cuatro rutas guiadas por la ciudad. "Es una actividad que está funcionando muy bien. Tanto en Benavente como en otras localidades donde se realiza se ha incrementado el número de turistas que participan", explicó Kiara Sportoletti, la guía oficial que realizó ayer la visita.

El punto de partida es la Plaza Mayor, donde se ubica la Oficina Municipal de Turismo y de allí pudieron conocer detalles de la iglesia de San Juan del Mercado, así como de la figura del benaventano franciscano fray Toribio de Motolinía del que hay una talla en piedra en el lateral del consistorio de la Plaza Mayor. La guía puso en valor "el románico que tiene Benavente, que es una muestra excelente de ese estilo que es el más común en la provincia. Por su puesto se asocia más a la capital pero tanto Santa María como San Juan son dos ejemplos. Ya sólo por eso merece la pena acercarse a Benavente". Destacó también "el emplazamiento y la historia. Es verdad que del Castillo de Benavente sólo queda la Torre del Caracol pero nos sirve como referencia de la importancia que ha tenido como lugar estratégico", explicó.

En la visita conocieron también el Hospital de la Piedad.