La aparición de un ciervo decapitado en terrenos cinegéticos, entre Cunquilla y Villaferrueña, gestionados por el club deportivo Valle Vidriales, ha obligado a poner en conocimiento los hechos ante el Seprona de la Guardia Civil y Medio Ambiente de la Junta. El cadáver del venado que era descubierto la semana pasada por la guardería del coto de caza, es más que probable fuera abatido por cazadores furtivos en fechas anteriores, pues las aves y carnívoros ya habían hecho mella en él. Todo apunta a que el furtivismo se hiciera presente en la fase de la berrea para hacerse con el trofeo.

La proximidad de un camino y el terreno accesible hasta el lugar, en terrenos próximos a la ladera de la Sierra de Carpurias, amén de la decapitación, apunta al hecho de cazadores furtivos, como señalaron desde el coto de caza a los agentes del Seprona y a Medio Ambiente.

Este coto de caza que gestiona una superficie de 6.000 hectáreas en los términos de Granucillo, Grijalba, Moratones, Pozuelo, Bercianos y Villaobispo ha venido recuperando el hábitat tras el incendio de 200 hectáreas ocurrido el pasado verano en los términos de Cunquilla, Granucillo, Brime de Urz y Sitrama. Una iniciativa que ha supuesto la recuperación de vivares de conejos que sufrieron las consecuencias del fuego. En esa misma zona devastada por las llamas no se permite ahora la actividad cinegética. Circunstancia que permite favorecer la población de la fauna.

La zona de Vidriales es ahora ya un área susceptible para la caza mayor debido a la modificación que viene sufriendo el medio debido a la abundancia de bosquedal. La reducida presencia de cabaña ganadera de ovino es también uno de los factores determinantes para los desplazamientos de especies como ungulados. A ello se suma que se ve reducida la población de caza menor. "El medio está cambiando" como apuntan desde la guardería del coto de caza "Valle Vidriales" empeñados en la recuperación de su hábitat para optimizar la gestión cinegética.