El mantenimiento del cierre de la primera planta del Hospital de Benavente y las derivaciones de pacientes con patologías de medicina interna al Virgen de la Concha que podrían ser atendido en la ciudad ha disparado las protestas de pacientes y usuarios en las últimas semanas.

El Hospital de Benavente dispone de dos plantas de hospitalización, la primera y la tercera, con 26 y 25 camas respectivamente. A fecha de hoy solo están disponibles aunque cubiertas las 17 habitaciones (ocho dobles y nueve individuales) de la tercera planta. El Hospital benaventano se encuentra al 50% de su capacidad pese a que la demanda de ingresos hace tiempo que justificaría con creces la apertura de la planta cerrada.

En los dos últimos fines de semana, especialmente el último, la presión sobre el área de urgencias y la imposibilidad de ingresar a pacientes que podían ser tratados en el Hospital por su patología motivó derivaciones a Zamora y las protestas de los afectados tras pasar horas en los boxes de este área a la espera de una cama libre.

En esos periodos los cinco boxes del área de urgencias estuvieron ocupados sin solución de continuidad la mayor parte del tiempo. Familiares de un paciente explicaron que este ingresó de urgencias en un box dónde pasó toda la noche por falta de camas en la única planta abierta. Finalmente fue derivado a Zamora a primera hora de la mañana. Esta situación provocó quejas, fundamentalmente por el hecho de que una planta del hospital con 26 camas permanezca cerrada.

Quejas por esta situación produjo también el caso de una anciana de más de 90 de años que tuvo que ser trasladada de noche para ingresar en Zamora con una patología de medicina interna porque tampoco había camas disponibles. Sus familiares hicieron patente su protesta al personal sanitario.

En algunos casos, pacientes de avanzada edad de la comarca acompañados de familiares longevos fueron derivados igualmente al complejo hospitalario zamorano tras horas en los boxes.

La presión asistencial en el Hospital de Benavente con la llegada del otoño, en muchos casos procedentes de las residencias de mayores e incluso de localidades de Tierra de Campos adscritas en teoría a Zamora ha aumentado notablemente, un episodio que se produjo también el año pasado.