La reposición del terraplén del cuesto de Honduras se reforzará con dos tipos de escollera y con la colocación del una docena de contrafuertes en el muro de contención que ya existe. La actuación, cuyo proyecto acaba de ser presentado en el Ayuntamiento benaventano, tendrá un presupuesto de ejecución de 32.000 euros y las obras no deberían tardar más de dos meses en estar finalizadas una vez que se inicien.

El proyecto descarta, por innecesario, un estudio geotécnico previo. La excavación realizada para el emplazamiento del edificio dejó un talud, en suelo arcillo-arenoso, que aunque en este tipo de suelos puede ser estable, no ocurrió en este caso. El talud se hundió debido "a una escorrentía de lluvia de una superficie muy grande existente aguas arriba". Esta escorrentía provocó el deslizamiento de una franja central que amenaza con ir a más, según advierte el documento.

La solución constructiva que se llevará a cabo fue consensuada entre los redactores del proyecto y el Ayuntamiento y está encaminada a conseguir la estabilidad del talud con el menor impacto visual y el menor coste económico. Las obras del murete en piedra natural y un camino peatonal, adosado al mismo, que existen próximos a la coronación del talud, serán respetados.

Las obras comprenden el desmonte del talud hasta conseguir un nuevo terraplén estable sin afectar al paseo peatonal. El material de la excavación se transportará hasta una parcela municipal.

Del mismo modo se colocará una escollera de tamaño medio, como complemento del murete actual. Se iniciará a partir del murete, anclándola, con el objetivo de asegurar el encaje suficiente en la base de la escollera.

El proyecto contempla también la construcción de una cuneta de guarda en la coronación del nuevo desmonte, a tres metros de distancia, con la intención de impedir que el agua discurra por el talud.

Por último, y para reforzar la estabilidad al deslizamiento y al vuelco del murete se ha proyectado pequeños refuerzos a modo de contrafuertes triangulares anclados en zapatas de hormigón armado.

La escollera proyectada "permite un perfecto drenaje", según el proyecto y se ha contemplado siguiendo las "Recomendaciones para el diseño y construcción de muros de escollera de carreteras" del Ministerio de Fomento.

La Concejalía de Urbanismo confía en que las obras se puedan iniciar cuanto antes, aunque la llegada de las lluvias, dadas las condiciones del terreno, podría provocar paralizaciones y demoras.