Complicado fue el reto, al que se enfrentaron ayer los hermanos Iker y Eneko Pou en Benavente, de resumir en una charla veinte años de experiencias, aventuras y proyectos inéditos encaramados a la montaña. Recién llegados de unos días de escalada de fisura por Utah, estos dos vitorianos, que hoy en día están en la cumbre de la élite de escalada a nivel mundial, consiguieron llenar la Casa de Cultura La Encomienda en las IX Jornadas de Naturaleza y Montaña que organiza el Club Montañero Benaventano.

En la proyección explicaron lo más representativo de estos veinte años en los que han pasado de ser aficionados de este deporte "que hemos mamado" a profesionales que "tenemos la suerte de sobrevivir de ello, de lo que realmente nos gusta, porque si no nos dedicáramos a esto no sé qué haríamos, seguramente algún que otro deporte, pero éste es el que nos gusta", según el pequeño de los hermanos, Iker Pou. En la proyección pudo apreciarse todo tipo de escalada, desde escalada en hielo, expediciones, escaladas en paredes o sobre el mar.

Hoy en día viven con la maleta en la mano y, según reconocen "es un poco estresante, pero es lo que hemos elegido y mientras tengamos motivación lo seguiremos haciendo. Cuando nos falte motivación, nos bajaremos de este caballo porque es agotador".

La pareja de los hermanos Pou se ha convertido en una cordada inseparable. "Los proyectos fuertes y de expedición solemos ir los dos. Nos conocemos bien, hemos escalado juntos desde pequeños, y nos entendemos a la perfección. Eso ayuda casi siempre a llevar a cabo con más éxito la expedición", explica Iker, quien entre risas asegura que "al final estamos todo el día juntos".

Y aseguran que se complementan a la perfección. "La verdad es que a mi hermano se le da mejor que a mí los terrenos de alpinismo, lo que es escalada en hielo y terrenos más de aventura. Mi punto fuerte es la dificultad. Hacemos un buen equipo, cada uno aportamos lo mejor que tiene y hacemos una cordada muy potente", añadió Iker.

Son amantes de la naturaleza y por eso evitan escalar en interior, "en plástico", aunque el tiempo no se lo permita alguno de los cinco días a la semana en los que se entrenan.

Especialmente orgullosos están de su proyecto "7 paredes, 7 continentes", que les permitió convertirse en escaladores profesionales y hacerlo recorriendo el mundo. "Fue determinante ese proyecto de entre el 2003 y el 2007", puntualiza Iker. Desde aquella vuelta al mundo vertical se han ido sucediendo logros como las cuatro rutas abiertas en los Andes Argentinos, pasando por una de las vías de pared más difícil del mundo, el Orbayu; la expedición invernal al Karakorum o las escaladas a dos emblemas de Brasil, El Pao de Azúcar y El Cristo Corcovado; así como la expedición a la Isla Baffin, donde abrieron cuatro nuevas rutas. Son otros de los logros que han ido sumando en los últimos años, aunque no son los únicos.

Y aunque pueda parecer que no hay pared vertical que se les resista a estos dos hermanos, no es así. "Hemos ido a muchos sitios y nos hemos tenido que bajar, siempre hay nuevos retos. Si no nos podemos subir, normalmente tardamos unos años en repetir el mismo sitio. Nos gusta mucho cambiar de lugares, eso es lo divertido", señaló Iker.

En cada reto, lo fundamental es la motivación. "Sin motivación no afrontaríamos los retos, porque a veces son psicológicamente difíciles, de mucha envergadura, y sin motivación no subiríamos a ningún lado. Intentamos guardar la motivación para las pegadas fuertes", añadió.

Su fuerte es la escalada libre. "Hay veces que no queda más remedio que empezar en escalada artificial, porque te cuelgas y no lo ves claro y luego lo intentamos forzar en libre. Es lo que entendemos como escalada hoy en día, escalada con pies y manos".

En la actualidad aseguran que están "entrenando tranquilos con idea de salir en enero. No sabemos dónde. Quizás Patagonia, pero está por concretar". A la hora de planificar sus nuevas salidas les ayudan las nuevas tecnologías pero distinto a lo que se pueda pensar. "Si hay mucha información de un sitio, entonces no nos interesa. Nos gusta ir más a lugares inexplorados y ahí sí que nos ayudan algunos amigos que te comentan lo que han visto en alguna de sus salidas".