La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta ha retomado las obras de la EDAR de Santa Cristina de la Polvorosa con el fin de poder completarlas tras seis años de paralización. La intervención que ahora se ejecuta supone 1.114.000 euros que sumados a los 868.000 euros ya invertidos anteriormente hace que el montante total se eleve hasta 1.982.000 euros sufragados íntegramente por la Administración Autonómica.

La empresa Recorsa como adjudicataria del proyecto comenzó esta semana los trabajos que afectan a la finalización de la línea de fangos y los equipos del edificio de control (recirculación de fangos, extracción y bombeo de fangos, espesamiento), así como todos los equipos de instalación eléctrica. Del mismo modo, actuaciones en el exterior del recinto que ahora se ejecutan con la provisión de material pétreo reforzando el muro de tierra.

Las obras se retoman con el 65% de la obra civil ya ejecutada y ahora se completan con la finalización del edificio de control, la instalación eléctrica y la ejecución de la urbanización.

Fue a mediados de enero cuando el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobaba la terminación de las infraestructuras de saneamiento y de aguas residuales en Santa Cristina de la Polvorosa. El plazo de ejecución de la obra es de 21 meses y la inversión asciende a 1,1 millones de euros con cargo a las anualidades 2016 y 2017 por parte de la Consejería.

El proyecto de la estación depuradora de aguas residuales en Santa Cristina de la Polvorosa (EDAR) echaba a andar con su adjudicación en 2007 y se comenzó la obra en mayo del 2008 con la explanación de terrenos, pero en 2010 la empresa entró en concurso de acreedores. Desde entonces, y de ello van ya seis años cumplidos, las inclemencias del tiempo han tenido que hacer alguna mella en los equipos instalados que quedaron protegidos inicialmente sólo con los plásticos de fábrica.

Con la entrada del actual equipo de gobierno socialista, se llegó a cuestionar la idoneidad de las instalaciones abogando en una doble vertiente, en una EDAR conjunta con Benavente y, en otro caso, en permitir que la planta fuese utilizada por más municipios. El equipo de gobierno abogando por la limpieza de las aguas del río Órbigo y ello cumpliendo con la normativa de Calidad de las Aguas se encontraba con los costos que suponía el mantenimiento de la EDAR, cifrados en 102.000 euros anuales. Los costes fijos y variables se cifran en 52.000 euros más otros 50.000 euros de energía eléctrica. Una reunión con el delegado de la Junta y posteriormente un encuentro de técnicos con los vecinos vino al menos a disipar algunas dudas, aunque la obligatoriedad de la depuración primaba sobre todo. En todo caso, la Junta se encargará de la gestión del primer año de actividad de la planta y posteriormente serán los vecinos los que tendrán que asumir los costes del mantenimiento con un canon fijado en la ordenanza. En el interín del primer año de actividad, el Ayuntamiento intentará reducir estos costes con negociaciones con la distribuidora eléctrica y con gestiones con la fábrica quesera.