El Ayuntamiento de Benavente pone a disposición de los ciudadanos la información elaborada por la Junta de Castilla y León para difundir el tratamiento de una de las plagas más importantes que sufren los pinares, la procesionaria.

Con motivo del inicio del periodo idóneo para el tratamiento de la procesionaria del pino, el Ayuntamiento de Benavente difunde esta información para dar a conocer los aspectos relativos a la biología de la especie, medidas preventivas, métodos de control y lucha y demás datos de utilidad, puesto que, año tras año, "esta plaga presenta una mayor incidencia en nuestro municipio", según explica la Concejalía de Medio Ambiente.

Entre los métodos de control y lucha contra esta plaga está la colocación de barreras físicas en el tronco, adecuado para jardines. "Antes de que las orugas procesionen para enterrarse, se colocará alrededor de la circunferencia del tronco una barrera de plástico rígido, con el fin de que actué como barrera que impida a las orugas en su descenso del árbol alcanzar el suelo, muriendo sin poder hacerlo. Los restos habrá que destruirlos", explica la información divulgada.

Está también el control mecánico, más indicada para jóvenes repoblaciones de modo que "cuando los pinos son pequeños, se puede realizar una eliminación manual de las puestas antes de que los huevos eclosionen". También se puede realizar la eliminación de las colonias jóvenes, fácilmente reconocibles por la presencia de ramillos de acículas semisecas, junto con las pequeñas oruguitas y sus excrementos, y una fina capa de hilos de seda.

El control químico tendrá en cuenta factores como la ubicación del arbolado a tratar, superficie de la zona, altura del arbolado, y nivel de desarrollo de la plaga. Existen en el mercado diversos insecticidas autorizados para el tratamiento de la procesionaria del pino. La forma de aplicación podrá ser en tratamiento bolsón a bolsón, mediante inyección directa al árbol, o mediante pulverización general ya sea de forma manual o con medios mecánicos.

Los pelos urticantes de las orugas pueden producir afecciones cutáneas, irritación en los ojos y en las vías respiratorias por lo que hay que evitar el contacto con ellos.