Internet y su aplicación en las nuevas tecnologías de la información permiten acercar conocimientos y experiencias a alumnos de colegios de todo el planeta. Lo saben bien los alumnos de cuarto de Educación Secundaria de Física y Química del centro benaventano Virgen de la Vega que con el nuevo curso han vuelto formar parte del proyecto Eratóstenes 2016, una actividad internacional en la que han participado más de 250 colegios de todo el mundo y recuerda la forma en la que, en el siglo III a.C., este matemático, astrónomo y geógrafo griego, que ha dado nombre al proyecto, determinó el radio de la Tierra. Y lo hizo utilizando su ingenio, no hicieron falta ni calculadoras, ni satélites, ni GPS, básicamente lo consiguió midiendo la sombra de un palo, en la misma fecha y hora, en dos lugares diferentes.

De modo que, aprovechando que las condiciones meteorológicas han sido óptimas para reproducir el método de Eratóstenes, los alumnos del Virgen de la Vega, divididos en grupos, emularon a Eratóstenes midiendo la sombra que proyectaban sus gnomones, que es como se llama normalmente a la varilla que indica las horas en los relojes solares más comunes. La diferencia con hace más de 2.300 años es que los datos obtenidos se comparten a través de las redes sociales con compañeros de otros colegios situados a miles de kilómetros. "Es un proyecto motivador que se realiza fuera de las aulas y en la que los alumnos participan activamente compartiendo con otros compañeros de colegios de todo el planeta sus observaciones", explica el responsable del departamento de Ciencias del Virgen de la Vega, Gabriel Aguado.

La propuesta surge en Argentina, del departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, del Laboratorio Pie-rre Auger, Universidad Tecnológica Nacional, Regional Mendoza, y de la Asociación Física. La idea del método consiste en que alumnos y sus docentes de al menos dos escuelas, ubicadas en un mismo meridiano, midan las longitudes de una varilla vertical y su sombra durante el mediodía solar, de un mismo día, cerca de los equinoccios, o eventualmente de días diferentes, cerca de los solsticios. "Con los resultados y geometría elemental, el par de escuelas puede calcular el valor del radio terrestre con considerable precisión", añade.

Los datos del colegio benaventano se han cruzado con los del Instituto Santa Ana, situado en la ciudad de O´Higgins en la provincia de Buenos Aires de Argentina, y la Escuela Municipal de la ciudad de Urugayana, localizada en Brasil.