Convencidos de no volver a trabajar las tierras como se hace en la agricultura convencional, dos expertos en agricultura ecológica (Jesús Sastre, del Maderal y Fernando de la Fuente, del pueblo segoviano de Carbonero) explicaron ayer, a un reducido número de personas, sus experiencias desde que se lanzaron a este tipo de producción, en el que se excluye normalmente el uso de productos químicos de síntesis con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.

Si algo ha quedado patente en la charla celebrada en Benavente, promovida por la Junta, es la necesidad de que los operadores, que en esta provincia suman un total de 198, se unan para comercializar los productos que tienen una cualidad añadida y precios muy competitivos. En este sentido, de la Fuente explicó que "mi andadura comenzó hace once años con la Unión de Campesinos. Allí ya se trataba el problema de comercialización de los productos puesto que en Castilla y León estamos muy dispersos y agruparnos es difícil". Fue entonces cuando se creó la Cooperativa Arae, que tiene los almacenes en Zamora. En ella se aglutinan productores, consumidores, elaboradores, técnicos y todo tipo de personas relacionadas con la agricultura ecológica en Segovia y su provincia. "Es un descanso a la hora de comercializar".

En Zamora la unión no existe entre los operadores, según reconoce Sastre, que se inició en lo ecológico hace 16 años y asegura que "trabajar individualmente es un problema muy grave". E insiste en que no se consideren las subvenciones ingresos fijos. En este sentido, lamentaron el retraso de las ayudas que tiene que aportar la Junta para este tipo de agricultura, en algunos casos de hasta dos años.

En Zamora, atendiendo al Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, la calificación de la superficie de agricultura ecológica en hectáreas se concreta en 10.258,32.