Faltaban seis minutos para las diez de la mañana y un rayo de luz comenzó a proyectarse sobre el ábaco o parte que corona el capitel más señero de la iglesia de Santa Marta de Tera, la joya de los caminos jacobeos que cruzan la provincia. Más madrugador que otros años, el fenómeno de la luz equinoccial llegaba a reunir ayer en el templo románico a más de medio centenar de visitantes, curiosos por contemplar el rayo de luz que se adentra por el óculo situado en el centro de la parte superior del frontal del presbiterio, iluminando el capitel que se halla sobre la columna izquierda, que soporta el arco de triunfo del mismo.

Lentamente el rayo de luz iluminó la figura del capitel que representa posiblemente el alma de Santa Marta elevándose a los cielos, aunque algunos estudiosos lo quieren vincular al Resucitado pero no pocos teólogos discuten esa acepción icónica.

No pocos visitantes se quedaron con las ganas de contemplar el fenómeno luminoso que no entiende de otro reloj que el solar. No obstante su llegada un poco tardía al templo era satisfecha con la visita al bello templo románico y su museo parroquial, en el edificio anejo del antiguo palacio de los obispos, con un rico contenido de piezas religiosas, objetos sagrados, vestimentas litúrgicas y referencias del camino jacobeo.

El rayo de luz equinoccial se contempla durante estos días y hasta el domingo, unos minutos antes de las 10 de la mañana y pocos minutos después. Para este domingo 25 de septiembre está prevista la visita de la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, y por parte del CEB "Ledo del Pozo" se descubrirá una placa en reconocimiento al párroco fallecido, Julián Acedo, quien fuera el primer divulgador del rayo de luz de Santa Marta de Tera.