Ha pasado ya más de un año desde que se firmara un decreto de Alcaldía, por el alcalde en funciones Manuel Burón, para la apertura de expediente de derribo del edificio del número 2 de la calle Lagares y no hay previsiones para su ejecución. La actuación está pendiente de las conversaciones con la propiedad de este inmueble y también de los números 4 y 6 de la misma calle, para intentar poner solución a una situación que se arrastra desde hace décadas, que no es otra que el estrangulamiento de la vía. Las conversaciones ahora paralizadas se retomarán en septiembre "es un tema en el que estamos trabajando, no hay que olvidar que se arrastra esta situación desde hace muchos años precisamente por no haber podido alcanzar un acuerdo con la propiedad", según explicó el alcalde, Luciano Huerga.

La solución pasa por retranquear estos edificios que, según ha hecho hincapié el regidor municipal "son tres, no sólo uno", y que se encuentran fuera de ordenación y sujetos a la alineación. Los inmuebles de esta calle, que parte desde la vía céntrica de Los Herreros para desembocar en Las Eras, constituyen un embudo que estrangula el tráfico por esta zona y en ocasiones se crean situaciones de peligro para los peatones que transitan por la estrecha calle.

A principios de agosto de 2015 se pusieron en marcha las conversaciones con la propietaria de los inmuebles para la compra del solar o la permuta y aún no se ha conseguido un acuerdo favorable sobre este asunto, aunque según el alcalde "la intención de las dos partes es solucionarlo de manera amistosa y somos optimistas en conseguir un acuerdo beneficioso para ambas partes y, por lo tanto, para los benaventanos".

Y es que con el derribo de estos inmuebles se obtendrían los ocho metros de anchura en toda la longitud de la calle, tal y como prescribe el actual Plan General de Ordenación Urbana y ya antes las Normas Subsidiarias.

"La idea, por supuesto, que no es construir nada ahí, sino que lo que queremos es dotar a la ciudad de un espacio diáfano, que permita que el tráfico sea fluido y también, queremos crear una pequeña zona de esparcimiento con algún área verde, en pleno centro urbano", asegura Luciano Huerga.

La posible solución pasa por llegar a un justiprecio por la expropiación o bien la permuta de un solar con una valoración similar. "No descartamos que la valoración sea compensada parte por un solar y otra parte económicamente", puntualiza Huerga.

En este sentido, el alcalde recuerda que existe una tasación conjunta de estos tres inmuebles de más de noventa metros cuadrados, que se inició en 2010 y se fechó en febrero de 2011, y que fija su valoración en cerca de los 140.000 euros. "Es una valoración que hoy por hoy no se ajusta a la realidad puesto que el mercado ha depreciado ese valor. El precio que el Ayuntamiento de Benavente está dispuesto a negociar nunca se va a acercar a esta cantidad y la propietaria de estos inmuebles es consciente de ello. Es algo que no nos podemos permitir".

La solución, este año

Luciano Huerga asegura que las negociaciones no se van a llevar más allá de este año. "No podemos prolongar más esta situación, queremos llegar a un acuerdo y espero que lo consigamos porque es lo mejor para las dos partes y si lamentablemente no logramos el acuerdo con la propietaria de los inmuebles este mismo año, entonces se iniciará el procedimiento administrativo", explica Huerga. "No queremos llegar a este proceso y es por lo que hemos apostado por invertir tiempo en intentar alcanzar un acuerdo favorable y somos optimistas en que se puede conseguir", añade.

El departamento municipal de Urbanismo, a principios del pasado año, ya había recomendado el expediente de declaración de ruina en un proceso en curso de consolidación de paramentos verticales y estructura del inmueble.