Diez casetas participan este año en la Feria del Libro y entre ellas tan sólo una librería local, la de Carmela Reguilón que lleva ya dieciséis años asistiendo a este evento. La librera asegura que este tipo de feria le ofrece la posibilidad de sacar a la calle los libros y conocer a los autores de algunos de ellos. Tiene una librería "pequeña", según explica y con esta iniciativa da a conocer algunos de los títulos que durante todo el año acoge en su establecimiento y, de otro modo, no se daría a conocer.

La mueve, sobre todo, el apoyo a esta iniciativa cultural. "Estoy porque creo que tengo que estar, pero no por hacerle ningún favor a nadie, sino porque esto es lo que me gusta, los libros, no hacer fotocopias, que muchas veces es a lo que me dedico ".