Parece que la ubicación y la asistencia de público no acaba de convencer a los libreros que han acudido este año a la XVII Feria del Libro de Benavente que coinciden en señalar que no se ve gente y que el espacio debería ser más abierto. Sagrario Macía, de la Librería Cajón Desastre de Ponferrada, que por primera vez participa en esta feria, lamenta además las escasas ventas, incluso, de aquellos títulos que "siempre son muy bien acogidos como son los de ajedrez, aquí la gente ni los ha mirado". Esta librería de libros usados, antiguos y de ocasión, con más de 50.000 ejemplares en la red, ha querido estar presente en Benavente porque "es una ciudad con mucha vida, pero no se ha visto en esta feria".

Sandra Llamas de la Librería Cosmos también acude por primera vez y, sin poder valorar si la afluencia ha sido menor o mayor que otras ediciones, sí considera que se ve más gente de fuera que de Benavente en la feria. Ella apunta que las actividades planteadas en medio de la feria dan vida pero a la vez impide conversar con las personas que se acercan a la caseta por no interrumpir las presentaciones. También considera que es necesario un sitio más amplio donde celebrar este evento.

Venancio Sánchez, de Tulibreriadesiempre, lleva unos años en esta feria a la que le gusta acudir porque da a conocer sus libros de ocasión y saldo. "La gente que viene busca libros baratos y algunos ya les conozco de otros años. Aquí he vendido el Catálogo Monumental de Zamora del 27 y revistas de los años 50". Sánchez considera que hay menos gente que otros años, y menos aún por las mañanas.

Entre las mejoras planteadas proponen la de llevar la feria al fin de semana que es cuando la mayoría de la gente no trabaja y tiene más tiempo para el ocio. Venancio, Sandra y también María Jesús Martín, de Encuadernación Jesús Martín, así lo creen. Ésta aunque es la primera vez que asiste también cree que está floja de gente.