El termómetro registraba ayer en Tardemézar una temperatura de 36 grados, aunque al rigor del calor ya están acostumbrados los vecinos de esta localidad, porque habitualmente en estas fechas y coincidiendo con los festejos de la patrona, santa Marina, "el calor rechina" como dicen por aquí.

Los vecinos se apresuraban ayer ante la llamada del campanero a asistir a la misa solemne y posterior procesión con la Custodia en el Día Grande de los festejos. Y lo hacían algunas mujeres provistas de abanico y algun que otro paraguas para mitigar las elevadas temperaturas. La pareja de cigüeñas en el nido que corona la espadaña alimentaba a sus dos polluelos, en silencio y ajenos al personal que cruzaba la plaza. El pequeño templo estaba a rebosar y no precisamente por la frescura que guardan sus paredes, sino porque la ya reducida población de Tardemézar de Vidriales sigue manteniendo su tradición más señera.

La comitiva procesional enfilaba la plaza de la iglesia, la calle Iglesia, calle las Puentes, Laguna y de regreso al templo. El desfile a su paso, soportando el calor porque para eso es Santa Marina. El grupo de música tradicional "Fole Feroz" procuraba que este desfile se hiciese más solemne. Los canticos del coro parroquial hacían lo propio y asi hasta regresar a la iglesia donde el párroco Miguel Hernández, impartía la bendición.

Para la tarde estaba prevista la instalación de atracciones e hinchables para los pequeños y un concurso de tortillas antes de la verbena a cargo del grupo musical Morfeo con desfile de disfraces incluido.

Los vecinos de Tardemézar ya prepararon los festejos desde el domingo con la tradicional merienda y la colocación de ramos en la madrugada.Para esta jornada del martes, día de clausura del programa festivo, se organizan en la tarde juegos para todas las edades, un concurso de bingo y la verbena con la orquesta Malibu Show.