La alimentación básica y el trabajo son las dos áreas identificadas como "prioritarias" en la población inmigrante en Benavente. Así lo constanta la puesta en marcha del proyecto subvencionado por Ayuntamiento y Junta que en dos días ha recibido a una veintena de personas en la Oficina de Atención situada en El Ferial y una decena en las clases de inmersión lingüística.

Irregularidades en la contratación o un caso de violencia de género son dos de las situaciones a las que se enfrenta la trabajadora social contratada temporalmente, Cristina Mateos, que apela a la oportunidad de "hacer un diagnóstico social de la población migrante en Benavente para identificar las necesidades" de estas personas en el municipio mientras buscan ayuda "eficaz" para los requerimientos básicos.

La profesora de español, Jéssica Gallego, recordó que su clase "no es una ludoteca", sino un sitio donde aprender el idioma, confiando en crear un aula en horario de tarde. El concejal de Bienestar Social, Antonio Vega, ya piensa en continuar el proyecto tras finalizar la subvención.