Unicef quiere concienciar a la población benaventana sobre el uso del agua con una exposición basada en hechos reales.

Una veintena de historias ocurridas en países subdesarrollados ponen en evidencia las dificultades que hay para obtener este recurso tan preciado que en nuestras casas se obtiene sólo con abrir el grifo.

Los menores se convierten en protagonistas de fotografías y textos que desde esta semana pueden verse en las oficinas de Aquona en horario de mañana (de 9.00 a 14.00 horas) o por la tarde si un grupo concierta cita previa.

El objetivo es "dar a conocer diferentes historias de vida en diversas partes del mundo" con el agua "como denominador común, presente y necesaria en todos los ámbitos", según reza el panel que recibe a los visitantes a la entrada. En él también recuerda que "900 millones de personas no tienen acceso a agua potable y la mitad de los hogares no cuentan con un saneamiento adecuado. Esta situación cuesta cada año la vida a un millón y medio de niños y niñas menores de cinco años".

Así se puede profundizar en la experiencia personal vivida por Rozina, de 15 años, cuyo hogar en Bangladés fue anegado por los efectos de un ciclón y la charca de donde solían recoger agua quedó contaminada.

También la guerra ha creado graves daños en las redes de distribución de los territorios palestinos, donde Unicef y otras ONG han tenido que incluir el agua en el reparto de kit básicos.

En Etiopía un campamento de desplazados se ha visto afectado por la sequía y una semana de lluvias ha inundado el campo, estropeando los cultivos. El agua aquí se consigue a goteo. Sergio Benito, el jefe de distribución de Aquona en Benavente, anima a visitar la exposición "para ver las diferencias que hay en los accesos al recurso del agua y concienciar a la gente de la situación que hay en el mundo con respecto a este tema" y recuerda que los grupos interesados deben pedir cita para verla por la tarde.