Las peñas se pusieron ayer sus mejores galas para dar comienzo a las fiestas de Benavente. Camisas, pañuelo al cuello y pantalones o faldas blancas son el uniforme de la mayoría de las asociaciones taurinas que en la tarde del lunes desfilaron por las calles del centro de la ciudad al ritmo de las charangas.

Canciones con mucho ritmo y botas de vino y sangría marcaron el paso, que comenzó en la Plaza Mayor tras el chupinazo y concluyó en el Corrillo de San Nicolás tras un paseo de saludos, risas, fotografías y reparto de pegatinas y caramelos al público que se agolpó en las calles para ver el desfile.

No faltaron en el recorrido los originales medios de transporte en forma de barco o movidos a pedales para llevar a los más pequeños o transportar los refrescos que se llevaban tomando desde la media tarde acompañados de empanadas y bocadillos.

Entre ellos el autobús de la Paridón o el burrito de la Trevinca, que este año atarán bien para evitar que se escape (como ocurrió el pasado año).

Una merienda más dulce ofreció la peña extraoficial No Te Embales (NTE) a sus socios,a varios miembros de la corporación municipal, así como a las representantes de la juventud, a quienes invitaron con motivo de su vigésimo cumpleaños a un aperitivo.

Tras el desfile, las calles se vieron llenas de gente que aprovecharon para consumir en los establecimientos. El sector hostelero espera hacer una buena caja en esta semana con motivo de las fiestas, lo que supondrá una buena inyección económica.

La fiesta continuó hasta altas horas de la noche con las charangas de las peñas amenizando las calles.

No faltó en las proximidades del Toril la tradicional verbena de la peña El Toril, amenizada con pastas y sangría y pasada la media noche la NTE abrió su concurso de bigotes al resto de ciudadanía en su tercera edición.