La becerrada de las peñas regresó al coso taurino de Benavente en una tarde sol y nubes, música y diversión. Dos tercios de entrada siguieron las faenas y los avatares de las cuatro peñas a las que les tocó en suerte la lidia junto a las representantes de la juventud y de la infancia benaventanas, que compartieron la brega de un añojo.

El que antaño fuera una suerte de festival taurino con vaquillas de buena planta para los avezados maletillas de las peñas, volvió al ruedo benaventano en una versión más ligera pero no menos festiva.

La tarde además tuvo un cierto aire inaugural. Después de unos cuantos años, el coso benaventano necesitaba un cambio de gradas y también la sustitución de las tablas de la barrera. Una empresa ha cambiado el gradería, asiento por asiento. De las tablas se han encargado, utilizando los restos de madera de la fallida pasarela de la Mota, los alumnos del Taller Dual de Empleo.

Así las cosas, el alcalde de Benavente, Luciano Huerga, y los alumnos del Taller de Empleo descubrieron una placa en la fachada de la caseta-capilla de la plaza antes de comenzar la tarde taurina.

Malgrat, La Maroma, La Argolla y Te ayudo yo valiente, estrenaron por lo tanto coso taurino y se aplicaron en sus respectivas faenas, que se desarrollaron sin incidentes, con normalidad festiva y con el jolgorio que caracterizó siempre a este festejo taurino.

Las representantes de la juventud y de la infancia debutaron también en la arena del ruedo. Con ayuda o en solitario lidiaron el añojo que les cayó en suerte y luego dieron la vuelta al ruedo, como hicieron las ternas de todas y cada una de las peñas del cartel.

La becerrada de las peñas, que tendrán su enmaromado mañana sábado, ha marcado el ecuador de la Semana Grande. Hoy viernes, los más pequeños podrán divertirse con un encierro urbano de toros hinchables a partir de las 17.30 horas y a las nueve de la noche tendrá lugar el segundo y último encierro de novillos.