Santa Cristina de la Polvorosa cuenta en el calendario con una importante fecha señalada en rojo, ésta es la del 9 de mayo, la fiesta del Bendito Cristo de la Vera Cruz. Y en esta ocasión la solemnidad se veía realzada con la presencia en la misa solemne del Obispo de Astorga, de monseñor Juan Antonio Menéndez, que viene desde su reciente toma de posesión, visitando a los párrocos de los diferentes territorios de la diócesis para conocer "in situ" sus inquietudes pastorales, a la vez de aprovechar la gira compartiendo el saludo cariñoso que le brindan los vecinos al ya afable y cercano prelado.

Atendiendo la invitación del párroco y arcipreste Baltasar Villar Carbajo, como observó al inicio de su homilía monseñor Juan Antonio Menéndez, el prelado se estrenaba en Santa Cristina en la fiesta del Bendito Cristo invitando a los presentes a mirar al Cristo Crucificado "con fe y con confianza". Es difícil que haya alguno que no haya posado su mirada en la bella imagen titular de esta antigua cofradía, porque el Bendito Cristo de la Vera Cruz es quizás la imagen más venerada y la que concita más emociones que se traducen cuando la escultura sale a la calle. Y eso no sería hasta el atardecer, si el tiempo no lo impide, claro está, porque las precipitaciones de lluvia son constantes desde hace días. Ese era el temor de los devotos al salir de la solemne misa cantada por la Coral Polifónica de Santa Cristina y más aún del abad, Emilio Fidalgo López.

La tradición manda que las mozas canten el ramo tras el rezo del último oficio del novenario y se desfile por las calles con la venerada imagen. Así se ha venido haciendo durante siglos, al igual que los cofrades van a buscar al abad a su casa para acudir a los actos religiosos. En la nave municipal se ofrecían los típicos dulces del Cristo y se subastaban las roscas para finalizar con una sesión de baile.

Los actos se clausuran hoy martes con una misa de difuntos a la que sucederá al atardecer la representación de una obra de teatro a cargo del grupo "Senderos".