El Ayuntamiento de Santa Colomba de las Monjas ha decidido remitir a la Subdelegación del Gobierno una relación de daños ocasionados en fincas municipales y caminos que se han visto afectados por las últimas riadas. "Estas últimas han sido más fuertes", decía ayer la concejala Rosalía Parra refiriéndose a las inundaciones de los terrenos de días pasados. Unas anegaciones que han dejado tras de si estampas singulares ocasionando verdaderos cauces atravesando las parcelas de los maizales. Unos profundos surcos en las fincas de toda la zona del Pastizal. Se trata ésta de una fértil área de cultivos que se extiende por el Monte de Utilidad Pública gestionado por el Consistorio y cuyas fincas han sido arrendadas a los vecinos, agricultores a título principal.

Este Ayuntamiento cuenta con una superficie de 117 hectáreas en el Monte de Utilidad Pública de la vega del río Órbigo. De esta superficie, se ha visto afectada una buena parte de terrenos en torno a 50 hectáreas, aducen desde el Ayuntamiento.

Capa vegetal

Buena parte de estas parcelas de cultivo, sobre todo en "el Pastizal" que se halla en la zona inmediata al casco urbano, desde la manga de la Enfermería y mangas secundarias, se han visto afectadas tanto por el arrastre de toda la capa vegetal con las plantas de maíz recién nacidas que los agricultores tendrán ahora que sembrar de nuevo. Unas labores que precisan previamente de la fijación del terreno y aporte de él en muchas zonas.

Las anegaciones de fincas todavía permanecen en la zona dificultando el acceso de los agricultores para las tareas. Es en estos días cuando se ven los efectos del agua en los cultivos y en los terrenos. Los daños, en muchos casos cuantiosos, "no los podemos soportar desde el Ayuntamiento", resalta la concejala Parra y los agricultores ven con preocupación el estado de las fincas.

El Ayuntamiento de Santa Colomba requiere ayuda de las administraciones, a través del escrito a la Subdelegación del Gobierno, por los daños en las parcelas como en los caminos agropecuarios que ya habían reparado tras las primeras riadas.