"Podría pagar 200 euros como mucho, no más". Un vecino de 25 Años de Paz, aparentemente más desahogado económicamente que la media según sus explicaciones, explicó ayer a los representantes del Ministerio de Fomento y de la Junta de Castilla y León que la mayoría de los residentes de este barrio no puede hacer frente a los impuestos asociados a las ayudas del Área de Regeneración Urbana (ARU) de Benavente.

Pensionistas, viudas, parados sin ingresos, hombres y mujeres con rentas garantizadas de ciudadanía como únicas fuentes de ingreso. Este es el perfil de los residentes de una barriada dónde en algunos bloques la necesidad de reformas salta a la vista. Sin embargo, tal es la situación socioeconómica que en la mayoría de estos portales la morosidad con la comunidad impide incluso hacer arreglos o reparaciones básicas, como desatascar las viejas tuberías.

Uno de los barrios más antiguos y populosos de Benavente junto a las Casas de la Ría no podrá por este motivo beneficiarse de un programa de rehabilitación pensado aparentemente para sus características porque sus vecinos no pueden hacer frente al pago de los impuestos que implica aceptar la subvención.

Los funcionarios escucharon de viva voz las explicaciones de algunos de estos vecinos y comprobaron visualmente el estado en que se encuentran algunos de los bloques. "Si al menos se hubiera fraccionado el pago de los impuestos en cuatro años como con el anterior Plan Estatal de la Vivienda tal vez los vecinos hubieran aceptado las ayudas", tercia el alcalde de Benavente, Luciano Huerga.

Los representantes del Ministerio de Fomento y de la Dirección General de la Vivienda de la Junta no necesitaron ayer revisar los papeles del antiguo ARI y del actual ARU. Tomaron fotografías con el teléfono móvil. En el caso del barrio de las Eras constataron que la reforma ha sido satisfactoria. En 25 Años de Paz comprobaron que el régimen fiscal del programa es el principal obstáculo al desarrollo del programa.

Así las cosas, los representantes del Estado y de la Comunidad Autónoma tomaron nota, pero poco más podrán hacer. En el caso del Ministerio de Fomento, el hecho de que el Gobierno esté en funciones impide ir más lejos. Hasta que no haya un nuevo ejecutivo con un organigrama definido no se tomarán decisiones. "La decisión pasa por cambiar este régimen fiscal que impide que barrios que necesitan estas reformas no puedan beneficiarse de ellas", reiteró el alcalde.