La abuela de Bretocino de Valverde, Ana María Bermejo Ferreras, recibía este domingo el cariño de sus convecinos y familiares con motivo de cumplir 100 años. La ya venerable señora de Bretocino vivía momentos de emoción en la iglesia donde fue felicitada en la misa por el párroco e, incluso el grupo del coro parroquial le dedicaba una canción en su honor.

Los momentos emotivos para Ana María Bermejo, Ana María como le llaman sus convecinos, no iban a quedarse ahí, porque le esperaba todavía una jornada rica en emociones. En el Ayuntamiento, el alcalde Ambrosio Fidalgo y miembros de la corporación le hacían entrega de una placa y un ramo de flores en cuyo acto no faltaron las palabras de felicitación. La plaza Mayor de Bretocino de Valverde se llenó de gestos agradecidos cuando Alberto, un vecino de Bretó, se encargaba de que todos al unísono le cantasen a Ana María el cumpleaños feliz.

La abuela de Bretocino seguía recibiendo las felicitaciones vecinales cuando rodeada de su familia hacía de anfitriona en su casa respondiendo a las muestras de cariño.

Por ese "cariño recibido de todo un pueblo", la centenaria vecina de Bretocino, Ana María Bermejo, quería manifestar su agradecimiento a través de este diario. Porque como decía en el reportaje publicado unas jornadas anteriores: "¡Quién lo iba a decir, que iba a llegar a cumplir 100 años!". Gozando de una envidiable memoria y buena salud, Ana María, sigue recordando su azarosa vida acariciando a su fiel gata y sintiendo el cariño que le muestra todo un pueblo.