La climatología dio ayer una tregua a la comarca. No llovió pero los deshielos y los desembalses en Barrios de Luna y en Riaño se dejaron sentir tanto en los caudales del río Órbigo, como fundamentalmente, en el río Esla donde tributa el primero tras recibir a su vez el agua del Tera.

A primera hora de la mañana la estación de control que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) posee en Bretó de la Ribera registró caudales superiores a los que determinan el nivel de alarma. El Esla rozaba los seis metros de altura a su paso por Bretó y Bretocino con un caudal de agua de 1.339 metros cúbicos por segundo. La referencia de alarma es de 1.280 metros cúbicos por segundo.

Con todo la situación era, según la CHD, de estabilidad. Lo mismo que en Castropepe, donde sin embargo, el nivel del cauce era de 4,40 metros y el caudal de 480 metros cúbicos por segundo, algo más de 200 por debajo de la referencia de alarma.

En los ríos Órbigo y Tera la estabilidad fue la tónica. Las estaciones de aforo registraron 239 y 229 metros cúbicos de agua por segundo en el caso del Órbigo a su paso por Manganeses de la Polvorosa y Santa Cristina. Algo más de la mitad de los niveles de referencia de alarma. El Tera registró caudales de 191 y 263 metros cúbicos por segundo en Camarzana de Tera y Mózar de Valverde, caudales alejados de las alarmas de referencia. Con todo, Nuestra Señora de Agavanzal continuaba ayer desembalsando a razón de 120 metros cúbicos de agua por segundo.

Sin comunicación

En el caso del río Esla, la CHD ha informado de que los desembalses en Riaño se trasladarán estos días a la comarca y a la provincia. "El máximo de la crecida de este río se está trasladando ya a la provincia de Zamora", informó la Confederación. Los desembalses se seguirán produciendo en previsión del nuevo frente de lluvias que podría afecta a la comarca durante las próximas 48 horas.

Al respecto de las suelta de agua que afectan a Benavente, especialmente las de Barrios de Luna, el alcalde de la ciudad aseguró a este periódico que no ha recibido ni comunicación ni información alguna de cuál es la situación actual y que previsiones hay para los próximos días. Los alcaldes de la zona ya se quejaron de la falta de comunicación en las crecidas vividas en la zona durante el pasado mes de enero.