El colaborador de la exedil de Fiestas durante el último mandato de Gobierno del Partido Popular e investigado por un presunto delito de apropiación indebida en relación con la recaudación de la venta de programas del Toro Enmaromado durante los años 2012, 2013 y 2014, Andrés Rivera, tenía llaves del Consistorio, compartía un despacho con una técnico de Promoción Humana y recibió durante la fiestas de esos tres años dinero municipal "para hacerse cargo de los encargos y cuestiones de las fiestas que luego se justificaban con las pertinentes facturas".

Aunque en su declaración inicial ante el fiscal aseguró que mantenía una relación laboral con la Concejalía, el jueves modificó esta respuesta y explicó ante la juez que mantenía "una relación de voluntariado que no tiene contrato" y "que no cobraba por sus funciones" aunque "es cierto que iba todos los días iba al Ayuntamiento como otros miembros de la comisión" porque "tenían un horario parecido al de los empleados municipales y llaves" del Consistorio.

Entre 2014 y 2015 Izquierda Unida preguntó en el Pleno a la exconcejal de Fiestas, Bárbara Palmero, cuál era la relación de Rivera con el Ayuntamiento y (en mayor de 2015) si tenía acceso a las cuentas corrientes municipales. A la primera pregunta Palmero respondió que Rivera era un voluntario. A la segunda respondió que no. En su declaración judicial el jueves, Rivera reconoció que tenía acceso a las cuentas municipales para ingresar dinero, aunque no para sacarlo, y también acceso a la cuenta para el festival de las charangas.

Ayer el Partido Popular anunció al respecto de esta investigación judicial que no emitirá ningún pronunciamiento público pero ha recordado en nota de prensa que puso "el asunto en manos de la Fiscalía en cuanto tuvo conocimiento del mismo con el fin de que se esclareciesen los hechos y esta sigue siendo nuestra postura".