Los benaventanos no paran de emigrar a otros países y ya son 563 los censados en el extranjero, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

La búsqueda de oportunidades laborales es el principal motivo de los que emigran, ante la falta de oportunidades que ofrece la provincia. Esto supone que la capital zamorana sea el municipio que más personas tiene censadas en el extranjero, con 3.734 personas viviendo oficialmente en otros países y con derecho a voto.

La cifra de Benavente es la segunda más alta de la provincia y supone el 3% de los 19.109 emigrantes que están en otros países.

Estos son datos de referencia, pero la realidad refleja que hay mucha más gente en el extranjero que no hace oficial su situación en el censo, lo que, en caso de nuevas elecciones generales, les impedirían votar.

La estadística también refleja la sangría de personas que supone para el municipio, agravando el problema de la despoblación.

La última cifra del INE corresponde a febrero de este año y es la misma que cuando se cerró la estadística en el 2015.

En Benavente fue a partir de 2014 cuando el incremento fue mayor y la curva de crecimiento de las personas que emigran ascendía cada vez con más fuerza.

Según ha podido comprobar este periódico, la cifra no ha parado de crecer desde el 2009, superó el medio millar de personas en junio de 2013 y podría no parar de ascender si la situación laboral no cambia en el país. En comparación del mismo mes con respecto al año pasado, doce personas más se inscribieron en ese censo, que ahora supera el umbral de los 560.

En el último lustro, la subida más fuerte se experimenta en septiembre, un mes en el que los estudiantes finalizan o han finalizado sus estudios y han tenido el verano tanto para disfrutarlo a modo vacacional como para trabajar y ahorrar algo de dinero con el que iniciar una nueva vida más allá de las fronteras españolas.

En los centros educativos cada vez son más conscientes de esta realidad y se potencia el bilingüismo cada vez más para mejorar el nivel de inglés entre los estudiantes. Colegios e institutos incluyen incluso una tercera lengua como el francés o el alemán y participan en programas de intercambio con otros estudiantes. El objetivo es claro: preparar a las nuevas generaciones para salir al extranjero.